Por lo general las personas no utilizan protección auditiva porque consideran que no la necesitan. Esto es una verdad peligrosa debido a que la pérdida de la audición es gradual y, cuando se dá cuenta, la habilidad de oír no es tan buena como antes. Y será demasiado tarde… El estándar permisible para 8 horas de trabajo es de 85 dB y esta contemplado en el reglamento técnico COPANIT 44-2000, publicado en la gaceta oficial No. 24,163 que regula todo lo concerniente a Condiciones de Higiene y Seguridad en Ambiente de trabajo donde se genere ruido.
El más común es el daño al mecanismo de la audición, que puede ir desde el desplazamiento temporal del umbral de audición hasta la perdida auditiva irreversible o sordera. La exposición prolongada a niveles excesivos de ruido puede ocasionar efectos de tipo fisiológico y psicológico, como secreción de adrenalina y corticotrofina, producción de hormonas en la glándula tiroides, incremento en la presión sanguínea, aceleración del ritmo cardiaco, dilatación de las pupilas, reacciones musculares, y alteraciones en los sistemas nervioso, circulatorio y digestivo.
Por otro lado, el ruido puede causar estrés, molestia, dificultades en el aprendizaje y en la comprensión de ideas, alteración del sueño, ansiedad, fatiga, agresión, irritabilidad y depresión.
Siempre que vamos a exponernos al ruido debemos colocarnos nuestros equipos de protección sin importar el tiempo que vamos a estar, recuerda "es mejor prevenir, que no escuchar..!"...